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Conep sugiere fondos de pensiones como una garantía para viviendas

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La organización se opone al reparto anticipado de ese dinero; dice la ley no se diseñó para usarlo en emergencia

Los fondos de pensiones que tienen acumulados los trabajadores dominicanos podrían utilizarse, como una garantía de crédito para financiar los estudios de los hijos de estos y para la adquisición de una vivienda, en el caso de personas propietarios de ese dinero que no poseen un techo.

El planteamiento o propuesta lo formuló el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) a través de su presidente Pedro Brache, su vicepresidente ejecutivo, César Dargam, y su primer vicepresidente, Celso Juan Marranzini. Lo que no favorece la organización es que el dinero acumulado para el momento del retiro de una persona, se tome y se entregue para resolver una situación de un momento equis, o una emergencia de un contexto como el actual, en que está presente una pandemia por covid-19.

Brache recordó que no hay un sistema de reparto en República Dominicana que no haya fracasado y que por el bien del país, de su economía y de los propietarios de los fondos, que son los trabajadores, debe evitarse que pase lo propio con el dinero que está en las AFP. “Los sistemas de reparto son un barril sin fondo al que siguen sacándole y sacándole, hasta que el Estado tiene que intervenir para seguir pagándole a la gente que está dentro del sistema”, aseguró el dirigente empresarial.

Mientras, César Dargam recordó que el Conep ha mantenido la firme posición de que los fondos de pensiones no son fondos de emergencia, sino una seguridad para que el trabajador en el momento que terminó la vida laboral pueda acceder a los mismos”.

Y agregó: “Nos podemos hacer mil preguntas… si son suficientes los fondos, si se tiene a ellos el acceso que se debería y cómo podemos mejorar y tener mejores pensiones. Ahora, debemos advertir que la solución populista inmediata, de un retiro anticipado, en ningún país ha funcionado”. Dargam explicó que República Dominicana tiene la ventaja de que ya ha visto cómo se han adelantado muchos países, sobre todo suramericanos, en el tema en cuestión y no ha funcionado, desde el punto de vista de lo que es para el trabajador. “Desde el punto de vista de lo que representa para el sistema, el retiro inmediato de los fondos de pensiones desestabilizaría completamente y generaría mucho más inflación, más devaluación y eso no es lo que se quiere, mucho menos en un momento de crisis”, apuntó, en la entrevista Especial de elCaribe y CDN, correspondiente al Almuerzo Semanal.

Si bien el gremio empresarial se opone al retiro fuera de tiempo, está abierto a que se discuta de manera integral la ley para tener más y mejores pensiones.

Dargam dijo que hay unas expectativas generadas, que con el nivel de contribución actual y con el rendimiento que tienen los fondos no hay forma alguna de poder satisfacerlas. “Si no diversificamos la inversión de los fondos en diferentes espacios que tengan un mayor retorno y revisamos temas como la longevidad, realmente tenemos que ver en qué momento es que termina la vida útil en República Dominicana y cómo eso ha ido cambiando en el tiempo. Pero al final del día lo importante es que esos fondos no estén estáticos, sino que estén generando, en beneficio del propio trabajador”, expresó el vicepresidente del Conep.

Hasta ahora las áreas en las que se invierten y pueden invertirse los fondos de pensiones son limitadas. Eso podría obedecer, de alguna manera, a que le ley es del año 2001, lo que indica que ya le pasaron por arriba veinte años, según explica Dargam. “Hace veinte años, donde lo que estábamos era transformando un sistema, tú necesitabas ciertas limitaciones que dieran seguridad al uso que iba a dársele a los fondos, de origen. Pero ya en un nivel maduro tú puedes explorar otras opciones. Eso sí ha funcionado en otros países, ya sea de garantía o de diversificación de la inversión. Eso tiene un retorno mayor del que se tiene ahora mismo”, expuso.

Advirtió que desbaratar el sistema no puede ser opción, sino que hay que explorar cómo mejorar, en una discusión sin pasiones. “Ahí no puede haber radicalismo de ninguno de los lados; eso es un punto medio, de la cabeza fría, de cómo es que funciona, de manera que no sea algo traumático”, sostuvo.

Visión sobre lo de Haití

En otra parte del diálogo, Pedro Brache recordó que el tema haitiano siempre ha estado ahí y siempre el Conep ha hablado con distintos sectores, incluyendo el privado de Haití, y otras instituciones internacionales, tratando de buscar soluciones a una situación que es compleja. Se refirió al tema cuando se le preguntó sobre el impacto que ha tenido, incluyendo el intercambio comercial, la situación posterior al magnicidio del presidente Jovenel Moise. “Yo pienso que la comunidad internacional tiene que prestarle mucha atención a lo que pasa y creo que a Haití, cuando así lo requiera, la comunidad internacional, tiene que prestarle su ayuda para que el país pueda encontrar de nuevo la senda de la democracia y de la estabilidad. Pienso que es lo que todos queremos; que Haití sea un país próspero, que pueda ser ejemplo en el Caribe y América Latina”, dijo Brache.

Lo ocurrido en Haití va más allá de lo económico

Celso Juan Marranzini, al referirse a Haití y a la situación que atraviesa, sostuvo que el impacto de lo ocurrido en esa nación va más allá de lo económico, porque se trata de un tema de estabilidad regional, lo que pone de trasfondo la crisis desatada a partir del magnicidio de Moise. “La parte institucional es fundamental. El componente económico o el social no tiene sostenibilidad en el tiempo si no hay institucionalidad en Haití, que sigue siendo el segundo socio comercial de República Dominicana”, expuso Marranzini. Aprovechó para citar otro tema.
Planteó que República Dominicana tiene que estar nivelado, para que no se vea más fácil importar que producir aquí. “Las normas de calidad, de registro sanitario e industrial tienen que aplicarse a lo importado y a lo producido, para nivelar el terreno y que la forma de competir con lo importado sea solo a través de la distancia, no de que se favorezca a las importaciones.