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Al menos 18 muertos y 63 heridos cuando avalancha de 1500 africanos intentaron entrar de forma violenta en Melilla, España (fotos)

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Las autoridades de Nador confirman que los fallecidos quedaron atrapados en una vaguada al tratar de forzar la entrada en España. Al menos 140 policías marroquíes han sufrido lesiones. 133 personas han conseguido cruzar

Dieciocho migrantes han muerto este viernes por la mañana en un intento de entrada masiva a Melilla, según han confirmado las autoridades de la localidad marroquí de Nador. Las víctimas han fallecido por aplastamiento o asfixia, al producirse una avalancha y quedar atrapadas en una vaguada cercana al perímetro fronterizo. Otras murieron al caer de la valla, según indicaron las mismas fuentes. El balance de fallecidos ha aumentado al morir los 13 migrantes que estaban graves, con lo que el balance de migrantes heridos es de 63, a los que se suman 140 policías marroquíes han sufrido lesiones (cinco de ellos están graves), según confirma a este una autoridad local de Nador.

La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), la de mayor implantación en el país, informó citando a fuentes hospitalarias de que habían muerto seis emigrantes y dos gendarmes marroquíes. Este último extremo, el fallecimiento de los agentes, es negado por una autoridad local de Nador. El Ministerio del Interior marroquí insistió en que el balance oficial era ―al menos hasta las siete de la tarde― de cinco emigrantes muertos y ningún agente fallecido. Se trata, en cualquier caso, de la primera entrada masiva en Melilla de emigrantes irregulares desde que el Gobierno español dio un giro en marzo en su política sobre el Sáhara Occidental y se inclinó abiertamente por la propuesta de autonomía para el territorio en disputa, en detrimento del referéndum de autodeterminación que reclama el Frente Polisario.

Las muertes se han producido cuando cientos de migrantes han intentado saltar la valla de Melilla sobre las 8.30 de la mañana. Unas 500 personas han conseguido acercarse al vallado, de las más de 1.500 que se habían aproximado al perímetro desde los alrededores durante la madrugada. Desde las 6.40, cuando se ha alertado a la Guardia Civil del intento de entrada, los agentes marroquíes han procurado contener la llegada del grupo, según la Delegación de Gobierno. Finalmente, 133 personas han conseguido cruzar al forzar la puerta del paso fronterizo con una cizalla. La mayoría han logrado acceder a través del paso fronterizo de Barrio Chino. Tras la entrada, en el lado español, los servicios de emergencia han atendido a 57 migrantes heridos (tres de ellos han sido trasladados al Hospital Comarcal) y a 49 guardias civiles que también han sufrido heridas o lesiones de carácter leve.

La alerta estaba dada desde la noche del jueves. Durante las festividades de San Juan, las autoridades españolas habían recibido aviso de un intento de entrada masiva desde Marruecos. Según fuentes gubernamentales, unos 1.500 agentes marroquíes venidos desde otros lugares de Marruecos se han desplegado en la zona. Ya de madrugada, se produjo un fuerte choque entre efectivos marroquíes, que han disparado multitud de botes de humo, y el grupo que intentaba aproximarse a la valla. “La colaboración de Rabat es total”, resaltan las mismas fuentes, que indican que los marroquíes han comunicado que aceptarán a todos aquellos que las autoridades españolas quieran devolver. La Asociación Marroquí de Derechos Humanos de Nador ha denunciado en Twitter la “manera inhumana” en que se han producido las detenciones, con los inmigrantes “apelotonados unos sobre otros”.

Una vez han cruzado la valla, entre 50 y 70 migrantes, la mayoría sudaneses, se han concentrado en el Centro de Estancia Temporal de Migrantes (CETI) de Melilla, según han relatado varios testigos. A las puertas del CETI esperaban a los recién llegados decenas de compatriotas sudaneses que se encuentran desde marzo alojados en el dispositivo de acogida.

El Grupo Popular en el Congreso ha registrado una iniciativa para que comparezca el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para que explique “la llegada masiva de un millar de inmigrantes de manera violenta y organizada a la frontera de Melilla” la pasada madrugada. La portavoz de Interior del PP, Ana Vázquez, ha anunciado la petición en su cuenta de Twitter y ha calificado de “inadmisible” la “dejación del Gobierno y el abandono a las fuerzas y cuerpos de seguridad” que defienden las fronteras. “¿De qué sirvió cambiar la postura sobre el Sáhara?”, ha cuestionado.https://6cb18515363e3a8e7eed0a728a2a0285.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html?n=0

El paso fronterizo de Barrio Chino es uno de los cruces de buena vecindad que permanece cerrado. Según la Delegación del Gobierno, han forzado el acceso, pese a que el dispositivo de entrada está diseñado para dificultar el paso de más de una persona a través de un sistema de tornos y vallas que entorpece el paso. Es la misma entrada por la que, hasta 2020, se producía el llamado porteo, que suponía la salida desde Melilla de miles de personas cargando bultos de contrabando hacia Marruecos.

El puesto de Barrio Chino está, además, fuertemente blindado en el lado marroquí. Espirales de concertinas se elevan como muros en torno a las dependencias policiales a las puertas del cruce. Pese a los obstáculos, algunos migrantes han conseguido encaramarse a la valla y han seguido entrando en goteo hasta las 9.30. Algunos residentes del CETI han acudido a la zona para ayudar después a sus conocidos, exhaustos, a llegar hasta el recinto.

La alerta estaba dada desde la noche del jueves. Durante las festividades de San Juan, las autoridades españolas habían recibido aviso de un intento de entrada masiva desde Marruecos. Fuerzas de seguridad marroquíes se desplegaron en torno al perímetro y en el punto de aproximación. Ya de madrugada, se produjo un fuerte choque entre efectivos marroquíes y el grupo que intentaba aproximarse a la valla.

El sábado, unos 100 agentes marroquíes resultaron heridos en un violento enfrentamiento con un numeroso grupo que se había concentrado en una zona boscosa en las afueras de Nador, donde suelen refugiarse los migrantes acosados habitualmente por las fuerzas de seguridad en Marruecos. Ante la amenaza de un intento de entrada a Melilla, las fuerzas marroquíes se desplegaron para dispersar al grupo, que plantó cara con piedras y palos, según publicó el diario local El Faro de Melilla.