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TECNOLOGÍA

Por qué las bolas rojas en los cables de tensión salvan vidas

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Al mirar hacia arriba, es imposible que no las veas. Esas esferas de color rojo brillante, naranja y blanco cuelgan de los cables de tensión como enormes bolas de Navidad. Puedes ver que hay espacios entre ellas. Pero mientras que ese patrón ordenado es obviamente por diseño, las bolas en sí no están ahí solo de decoración. Tienen un propósito y, además, uno bastante ingenioso.

Cuando estas esferas empezaron a aparecer, fueron todo un tema de debate. Algunos dicen que las bolas rojas comenzaron a surgir tanto en Florida como en Arkansas en los años 50. Otros, por el contrario, afirman que llegaron primero a Arkansas, pero en 1970. Afortunadamente, no tienes que posicionarte en este debate tan poco emocionante… En cualquier caso, las bolas están ahora en todo el país.

Pero es posible que de vez en cuando tengas que entrecerrar los ojos para detectar las esferas, ya que parece que no son muy grandes. ¡Imposible! Pues bien, recuerda que algunas están a cientos de metros, así que lo que ves desde la tierra no es una representación de su tamaño real. Algunas de las bolas más grandes tienen en realidad un mínimo de 91 centímetros de diámetro.

Por otro lado, las pelotas que cuelgan un poco más cerca del suelo, digamos, a menos de 15 metros por encima de donde estás, pueden medir solo 50 centímetros. Estas pelotas se distribuyen un poco menos. Se permite que las esferas más pequeñas estén a una distancia de un poco menos de 10 metros, mientras que las más grandes están separadas por unos 61 metros.

Por supuesto, todo esto es parte de un sistema bien regulado. Entonces, ¿qué fin tienen para las personas estas bolas de colores brillantes, de tamaño perfecto y espaciado uniforme? Si todavía no lo sabes, es muy probable que no estés metido en la industria, y puede que tampoco sea la razón que estés pensando.

Te daremos una pista: tiene que ver con lo que transportan esos cables de tensión. ¡Sí, electricidad! Poder iluminar ciudades y hogares es un fenómeno relativamente reciente. Los ingenieros Oskar von Miller y Marcel Deprez tardaron hasta 1882 en enviar electricidad a larga distancia. La pareja utilizó los cables aéreos que normalmente transmitían los telégrafos, usándolos para pasar una corriente de 2.5 kilovatios en un tramo de 56 kilómetros. Fue algo revolucionario.

Antes de este momento histórico, una planta de energía sólo podía servir a pueblos y ciudades cercanas. Eso significaba que la electricidad tenía un tramo corto desde su punto de creación hasta las empresas y residencias que la necesitaban. Pero a medida que pasó el tiempo, las empresas públicas se mudaron a instalaciones más grandes y lejanas. ¿El único problema? Ahora estaban demasiado lejos de sus clientes.

Para solucionar este problema, las compañías eléctricas tuvieron que idear una forma completamente nueva de transportar la electricidad de manera eficiente desde su punto de creación hasta los consumidores. No fue una tarea fácil. Cualquier energía desperdiciada era dinero perdido para estas empresas, por lo que idear el sistema de conducción correcto era muy importante.

Ahora, la electricidad de alto voltaje va fácilmente desde las plantas a las áreas donde vivimos y trabajamos. Pero es posible que te sorprendas al saber que los cables de tensión allá arriba no están aislados. ¿Por qué? Pues bueno, se ha considerado un desperdicio, ya que pocas personas se acercan lo suficiente a ellos. Todas las líneas subterráneas estarían aisladas, eso sí, para proteger a las personas que se encuentren en los alrededores.

Los accidentes sí ocurren con los cables de tensión, en su mayoría electrocuciones. Por lo general, esto sucede cuando un trabajador o su equipo toca el cable mientras a su vez está en contacto con la tierra. Esta posición crea una especie de hilo conductor, permitiendo que la energía viaje desde el cable a través de la persona y hacia la tierra.

Eso explica por qué las aves pueden sentarse en las líneas eléctricas sin problema. La electricidad no abandonará esos cables a menos que tenga un hilo conductor al suelo, lo que significa que las aves pueden posarse en el cable sin sentir esa sacudida mortal. Sin embargo, tienen problemas si rozan dos alambres a la vez o si tropiezan simultáneamente con un cable y los postes de madera que lo sostienen.

Afortunadamente, las compañías eléctricas se han ocupado de nuestros amigos con plumas, aumentando la distancia entre las líneas para que los pájaros no golpeen dos cables a la vez cuando se posan. Por lo tanto, los cuervos, las palomas y otros de su especie pueden estar perfectamente a salvo mientras pasan el rato allí arriba, como seguramente has visto.

Pero no solo vemos pájaros en los cables de tensión. A veces, especialmente en las ciudades, también vemos zapatos colgados. La gente ata los cordones de una zapatilla y luego los lanza a los cables. Y un buen lanzamiento generalmente hará que los zapatos se queden colgando para que todos en el barrio los vean

Tenemos una estadística que te sorprenderá. Entre 2008 y 2015, se pidió a la ciudad de Chicago que quitara al menos 6.000 pares de zapatos de los cables de tensión, según la emisora de radio WBEZ. Pero no es un problema exclusivo de la conocida ciudad de los vientos. De hecho, verás zapatillas de deporte colgando en todo el mundo. Y es un fenómeno que tiene muchas explicaciones.

Algunos han vinculado las zapatillas de deporte en los cables con el crimen urbano, especialmente los enfrentamientos relacionados con las pandillas. Un ex miembro de una pandilla llamado Patrick Starr confirmó esto a WBEZ en 2015. Aparentemente, él y sus amigos marcaban su territorio con el calzado. En otras ciudades, las pandillas han usado el calzado para señalar dónde han muerto rivales o dónde los suyos han sido víctimas de la violencia.

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