OPINONES
El líder proyectivo… (II de II)
La Bitácora de Nelson Sosa
#labitacoradenelsonsosa
“El líder, como el entrenador deportivo, es el que encuentra y nutre a los campeones, desarrolla las capacidades e irradia un entusiasmo irresistible. Es un animador, un entrenador. Alienta, incita, enseña, aprende, escucha y facilita”.
El líder proyectivo despierta con su accionar, comportamiento y uso lingüístico, valiosas e inéditas energías relegadas en el olvido. Con su actitud de respeto crea una atmosfera de apertura e integracion, creatividad, participación, empatia, solidaridad.
El líder con visión proyectiva “otea”, observa, mira, ve, y construye el futuro, normalmente anticipa el porvenir, planifica, crea, y se dedica a prevenir todos los posibles problemas, se dedica a revivir la esperanza perdida, olvidada. Busca recursos y oportunidades. Genera entusiasmo.
El verdadero liderazgo presupone no amilanarse ante los retos y saber solucionar decididamente los problemas que se presentan. Los tiempos aquellos del discurso egolátrico e individualista: “yo idee”, “yo descubrí”, “yo hice”, “yo logre”, hay que transformarlo en: “nosotros ideamos”, “nosotros descubrimos”, “nosotros hicimos”, “nosotros logramos”. Esa es la base fundamental que tiene y debe poner en acción un líder proyectivo para lograr el cambio de mentalidad entre sus colaboradores, talento humano.
Un líder proyectivo es un “Teambuilder”, Formador o Constructor de equipo
Ser un líder con visión clara, proyectivo, con conciencia hacia dónde va y a qué, saber cual es su misión, sus metas precisas y objetivos concretos que alcanzar y los medios eficaces que emplear. Necesita tener la capacidad de comunicar con fuerza de visión y capacidad de motivar y persuadir a los colaboradores.
Sin embargo, esto presupone una fuerte personalidad: dotes intelectuales no comunes como una comprensión profunda y ágil; comunicación fácil, coherente y puntual, don de gente y fluidez en las relaciones humanas que no “no se construyen en un día”; dominio propio, serenidad, temple de acero; y grandes habilidades y competencias. Qué es lo más importante, buscarlo, descubrirlo.
Esto nos sirve a todos para recordar a Margarite Yourcenar cuando en un momento difícil del Imperio Romano una inmensa mayoría apostó por Adriano, el de la Memorias. Tácito en sus Anales, después de pintar drásticamente su fracaso, sentenció: “Magnus Imperator, si nunquam imperasset”, “Habría pasado por gran emperador, ni nunca lo hubiera sido”.
Santo Domingo Este
Marzo 11 del 2022.