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El equipo de Donald Trump obstruyó investigación de documentos clasificados, reporta Justicia federal
Un nuevo reporte dio más indicios de la cantidad de documentos clasificados recuperados en Mar-a-Lago, en Florida
Washington D.C. — El Departamento de Justicia dijo ayer, martes, que descubrió esfuerzos de obstruir su investigación sobre el hallazgo de documentos clasificados en la propiedad en Florida del expresidente Donald Trump, y que “probablemente se ocultaron y retiraron registros del gobierno” de un almacén en la propiedad, incluso, después de que representantes de Trump asegurasen a las autoridades que habían revisado a fondo el lugar.
El FBI confiscó 33 cajas con más 100 documentos clasificados durante su redada del 8 de agosto en Mar-a-Lago y encontró
tres documentos clasificados en cajones de oficina, según un documento que ofrecía la cronología más detallada hasta ahora
de las interacciones entre miembros del Departamento de Justicia y representantes de Trump en torno al hallazgo de
secretos oficiales.
El reporte presetado el martes por la noche incluia una foto que mostraba las portadas de varias carpetas, algunas identificadas como “TOP SECRET//SCI” con bordes amarillos y una identificada como “TOP SECRET//SCI” con el borde rojizo,
junto a paginas cuyo contenido se habia ocultado en la imagen, sobre una
alfombra de Mar-a-Lago. Al lado se veía una caja de cartón con cuadros con
marcos dorados, incluida una portada de la revista Time.
El reporte daba más indicios sobre la gran cantidad de documentos clasificados que se recuperaron en la operación. Mostraba cómo los investigadores de la pesquisa penal se centraron no sólo en por qué se habían guardado los archivos allí de forma inadecuada, sino también en si el equipo de
Trump les engañó de forma deliberada sobre la presencia continuada e ilegal de
secretos oficiales.
También había nuevos detalles sobre los sucesos de mayo y junio, cuando
funcionarios del FBI y el Departamento de Justicia reclamaron por escrito los
documentos que faltaban y visitaron un almacén de Mar-a-Lago que contenía
documentos secretos y otra información.
Durante esa visita en junio, según el reporte, los abogados de Trump dijeron a los
agentes que todos los archivos que se habían llevado desde la Casa Blanca se
guardaban en un único lugar, un almacén en Mar-a-Lago, y “no había otros
archivos almacenados en ningún espacio privado de oficina ni otro lugar en el
recinto y que todas las cajas disponibles se habían revisado”.
Después de eso, sin embargo, el Departamento de Justicia “encontró pruebas de que probablemente se ocultaron y retiraron registros del gobierno del
almacén y probablemente se hicieron esfuerzos por obstruir la investigación
del gobierno”.
En su registro de este mes, los agentes encontraron documentos clasificados tanto
en esa sala de almacenaje como en la oficina del expresidente, incluidos tres
documentos clasificados que no estaban en cajas, sino en escritorios de oficina.
El reporte respondía a una petición del equipo legal de Trump de que se hiciera
una revisión especial de los documentos confiscados durante el cateo del8 de
agosto en Mar-a-Lago. La juez federal de distrito Aileen Cannon tenía previsto
escuchar alegaciones sobre la cuestión.
Los abogados del exmandatario pidieron la semana pasada que se nombrara a un
experto especial encargado de revisar los archivos incautados y apartar los
documentos protegidos por privilegios legales. Cannon dijo el sábado que su
intención preliminar” era nombrar a una persona con esa tarea, pero también dio
la oportunidad de responder al Departamento de Justicia.
El Departamento dijo el lunes que ya había completado su análisis de los
documentos que podrían estar sujetos a privilegios legales e identificó un “lote
limitado de materiales que podrían contener información amparada por la
confidencialidad entre abogado y cliente”.
Por otro lado, el equipo legal de Trump se amplió con la incorporación de otro
abogado. El exsecretario de Justicia de Florida Chris Kise se sumó al equipo que
representa al expresidente, según dos personas familiarizadas con la noticia, que
no estaban autorizadas a dar su nombre y hablaron bajo condición de anonimato.
Kise no respondió a mensajes pidiendo comentarios.