INTERNACIONALES
Xi Jinping pide al ejército chino que esté preparado para una guerra naval
El líder asiático ha hecho estas declaraciones días después del último encontronazo entre la guardia costera china y la filipina en aguas del Mar de China Meridional
Cada año, al margen de las sesiones parlamentarias concentradas en una asamblea de siete días, el presidente chino Xi Jinping siempre celebra un encuentro con las cúpulas del ejército y de la policía. Además de líder del Partido Comunista y presidente de la República Popular China, Xi es comandante en jefe de las fuerzas armadas. Está al frente de la poderosa Comisión Militar Central.
Durante la reunión, lo más destacado que ha transcendido es que Xi ha instado a los militares a que se preparen para una futura guerra naval. “Xi Jinping pidió a las fuerzas armadas que coordinen los preparativos para conflictos militares en el mar, protejan los derechos e intereses marítimos del país y el desarrollo de la economía marítima”, afirma la televisión estatal CCTV.
Unas declaraciones que tienen fuerza especialmente porque que llegan días después del último encontronazo entre la guardia costera china y la filipina en aguas del Mar de China Meridional. Dos barcos chinos colisionaron contra una embarcación filipina para impedir una misión de reabastecimiento de un decrépito buque de guerra que sirve a Manila como base militar flotante y que está anclado en un banco de arena en disputa.
China y Filipinas llevan año y medio de peligrosos choques alrededor de las islas Spratly, ubicadas en una posición geoestratégica clave: en el corazón de una de las rutas marítimas más importantes del mundo, con ricos recursos marítimos y próximas a la puerta de entrada al Pacífico, el canal de Bashi.
Al escuchar las recientes palabras de Xi, sin salir de la misma región, tampoco hay que apartar la mirada sobre Taiwan, que cada semana denuncia la incursión de buques de guerra chinos cerca de sus costas o que los guardacostas del gigante asiático aumentaron las patrullas regulares alrededor de Kinmen, una pequeña isla a tan solo tres kilómetros de la ciudad china de Xiamen, pero que está controlada por Taipei.
Durante su reunión con las fuerzas armadas, Xi también pidió “construir un sistema de defensa en el ciberespacio y mejorar la capacidad de mantener la seguridad de la red nacional”. En el encuentro intervinieron seis legisladores que representan en el cónclave político anual al Ejército Popular de Liberación (EPL) y a la Fuerza de Policía Armada. Estos destacaron la necesidad de “aplicar la inteligencia artificial en las capacidades de combate”.
Desde Pekín han recordado esta semana que el EPL alcanzará sus “objetivos de modernización” en 2027, el año de su centenario. La superpotencia asiática cuenta con la armada más grande del mundo: más de dos millones de soldados, de los que casi un millón están ahora mismo en activo.
Durante la primera sesión de la asamblea, se anunció que el presupuesto oficial de defensa aumentaría un 7,2%, la misma tasa de crecimiento que el año pasado. El total asciende a 1,67 billones de yuanes (212.600 euros), entre un 1,3 y un 1,7% del PIB. Es el segundo presupuesto militar más grande del mundo, por detrás del de Estados Unidos. Pero ni siquiera se acerca a ese 2% del PIB que los países de la OTAN se han comprometido a gastar.
Analistas internacionales siempre critican que el gasto militar real de China es mucho mayor que el que se expone públicamente cada año porque, en las cifras que presentan, no se incluye la inversión en innovación y desarrollo militar, algunas adquisiciones armamentísticas, fuerzas paramilitares y guardia costera.
“Nuestras estimaciones sugieren que el gasto militar total es entre un 30 y un 35% superior al presupuesto oficial”, asegura Nan Tian, investigador que rastrea el gasto militar chino en el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo.
El primer ministro Li Qiang fue el encargado de leer el informe de trabajo que citaba el nuevo presupuesto militar. Como novedad, Li dijo que Pekín aumentaría su preparación para la guerra mejorando sus fuerzas de reserva. También pidió una mayor “lealtad militar”, comentario que cobra especial importancia teniendo en cuanta las purgas en la armada que se ejecutaron el año pasado, incluyendo la del desaparecido ministro de Defensa.
Otra noticia importante de esta semana ha sido la confirmación de que Pekín está construyendo su cuarto portaaviones. Hace un par de años, la armada china dio un paso adelante en la carrera militar al presentar su primer portaaviones de fabricación casera, el moderno Fujian, equipado con catapultas electromagnéticas, que se utilizan para facilitar el aterrizaje y despegue de las aeronaves de combate.