Cada cierto tiempo, en el planeta, se presenta el fenómeno de El Niño. Un fenómeno océano-atmosférico a gran escala que se vincula con el calentamiento periódico de las temperaturas de la superficie del mar en el centro y centro-este del Pacífico ecuatorial. El Niño de este año ha llegado a su fin y se espera la llegada de su contraparte: La Niña.

Por lo que se puede afirmar que el fenómeno de El Niño ha llegado a su fin. De acuerdo con los pronósticos de los Centros Mundiales de Producción de Predicciones a Largo Plazo de la OMM, se prevén dos probables escenarios. En el primero, se prevé que la finalización de este fenómeno dé paso a La Niña.

Se pronostica que haya situación neutra en condiciones naturales o una transición hacia el fenómeno de La Niña. Esto podría suceder entre los meses de invierno y primavera. Sin embargo, durante las últimas semanas de noviembre, se ha observado que se sigue enfriando el Pacífico Ecuatorial.

Pero, hasta el momento, no se ha establecido oficialmente La Niña. Algunos instrumentos de medición marcan el fenómeno como una Niña Moderada. Además, los pronósticos meteorológicos para los siguientes tres meses no son nada alentadores. Especialmente, porque se esperan temperaturas superiores a lo habitual.

Se va El Niño, y La Niña producirá temperaturas más altas de lo habitual

A pesar de que el episodio de El Niño haya llegado a su fin, esto no significa que el calentamiento global haya parado. Ya que la emisión de los gases de efecto invernadero siguen aumentando las temperaturas.

«Nuestro tiempo seguirá siendo más extremo debido al aumento del calor y de la humedad en la atmósfera. Por ello, la iniciativa Alertas Tempranas para Todos sigue siendo la máxima prioridad de la OMM.

Los pronósticos estacionales de El Niño y La Niña, y de sus efectos previstos en las características climáticas a escala mundial, son una herramienta importante para fundamentar las iniciativas relacionadas con las alertas tempranas y las medidas anticipatorias». Declaró Ko Barrett, secretaria general adjunta de la OMM.

Debido a esto, durante los próximos 3 meses, se prevé que las temperaturas sean superiores a lo que suelen ser. Es decir, con frío de menor o mayor intensidad a lo que se puede generar. Aunque, de los 90 días de invierno, habrá más días soleados y calurosos que fríos o nublados. No obstante, los fríos que se presenten podrían ser extremos, con nieve, hielo o lluvias.

Llegada de La Niña se producirá este mismo año, advierte la NOAA

Asimismo, la NOAA ha alertado que el fenómeno de La Niña emergerá entre los meses de noviembre 2024 a enero de 2025. La transición neutral podría ser posible en un 61% para los meses de marzo-mayo de 2025.

Aunque la OMM también ha mencionado que la intensidad de este fenómeno ha marcado cambios poco visibles. Y, debido a esto, se espera que La Niña sea débil hasta la temporada de verano y acto seguido, pasar a neutra hasta el otoño.

Pero las probabilidades son inciertas aún, por lo que queda esperar a los resultados oficiales de este fenómeno climático.

«Por lo general, tras un episodio intenso de El Niño se dan las condiciones características de un episodio de La Niña, y las predicciones más recientes de los modelos son congruentes con esa secuencia, si bien persiste una marcada incertidumbre respecto a su intensidad o duración».

En esta época del año, el índice de acierto de los modelos de pronóstico estacional es relativamente bajo, lo que comúnmente se conoce como «barrera de predictibilidad de la primavera» del hemisferio norte.