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Conferencia del Episcopado Dominicano expresa su profunda preocupación por la situación social, económica y humana del pueblo dominicano.

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En el marco de la celebración del Día de la Virgen de la Altagracia, la Conferencia del Episcopado Dominicano presentó su carta pastoral en la que expresa su profunda preocupación por la situación social, económica y humana que enfrenta el pueblo dominicano.

En el texto, los obispos manifiestan su dolor y solidaridad con las dificultades que padecen miles de familias debido a la pobreza, el desempleo, la inseguridad y las injusticias sociales que laceran la dignidad humana de muchos dominicanos.

La misiva también destaca cómo el alto costo de la vida impacta especialmente a los más vulnerables, quienes sufren las consecuencias de crisis económicas y el cambio climático.

A pesar de estos retos, los obispos resaltan la esperanza que brota de los innumerables gestos solidarios de personas y comunidades comprometidas con la justicia, la equidad y el bienestar común.

“Nos llena de esperanza reconocer el compromiso de tantas personas que, con gestos generosos, siembran semillas de solidaridad en nuestras comunidades, convirtiéndose en auténticos faros de esperanza”, expresan los pastores en la carta.

Los obispos hacen un llamado a la sinodalidad, invitando a los dominicanos a fortalecer su identidad y vocación de paz, justicia y fraternidad.

Trabajar unidos

En este sentido, enfatizan la necesidad de trabajar juntos, fomentando el diálogo y la cooperación entre todos los sectores de la sociedad para enfrentar las adversidades y construir un futuro mejor para la nación.

“Que la sinodalidad nos inspire a buscar soluciones concretas a nuestras dificultades, recordando que, en Cristo, somos un solo cuerpo y que, en él, nuestras esperanzas tienen fundamento seguro”, concluyen los obispos, renovando su compromiso de acompañar a los más necesitados, a los marginados y a los que sufren, impulsando iniciativas que promuevan la justicia social, la educación y el desarrollo integral de la persona.

La carta pastoral invita a cada dominicano a hacer de la esperanza, la solidaridad y el compromiso social un estilo de vida, confiando en que Dios acompaña este caminar hacia una Iglesia y un país mejor.

“Queremos invitar al pueblo de Dios peregrino en República Dominicana, a abrazar con entusiasmo el Jubileo de la Esperanza”, concluyen.

El Plan Nacional de Pastoral ha adoptado como lema para este año: «Un pueblo peregrino de esperanza, que centra su vida en el misterio pascual». El próximo martes 21 se celebra el Día de la Virgen de la Altagracia.