PRINCIPALES
DECRETO. Poder Ejecutivo declara de utilidad pública los terrenos del antiguo Hotel Santo Domingo

El Poder Ejecutivo declaró de utilidad pública los terrenos donde se encuentra el antiguo Hotel Santo Domingo, un inmueble emblemático que permanece cerrado desde 2013 y cuya estructura, abandonada y en avanzado estado de deterioro, será demolida en las próximas semanas.
La disposición, contenida en el decreto 214-24, señala que los terrenos —propiedad de la empresa Costasur Dominicana, filial del Central Romana Corporation— serán utilizados para la construcción del Centro de Convenciones de Santo Domingo, un proyecto prioritario para el desarrollo turístico y de eventos de la capital.
Se trata de un área de aproximadamente 67,000 metros cuadrados en la intersección de las avenidas George Washington y Abraham Lincoln, de los cuales el Gobierno estima utilizar unos 34,000 metros, según negociaciones en curso.
El Hotel Santo Domingo fue inaugurado en 1975 y, durante décadas, se mantuvo como uno de los principales referentes de la hotelería de lujo en el país. Su ubicación estratégica frente al mar Caribe, su arquitectura moderna y su papel como escenario de eventos diplomáticos, sociales y empresariales lo convirtieron en un ícono urbano.
El nuevo proyecto
Parte de su prestigio también se debió al diseño de sus espacios interiores, a cargo del afamado modista dominicano Óscar de la Renta, quien imprimió al hotel una elegancia sobria y tropical que marcó época.
Su intervención convirtió al inmueble no solo en un centro de hospitalidad, sino en una pieza viva del buen gusto y la estética dominicana de proyección internacional.
Cerró sus puertas en diciembre de 2013, y aunque en 2014 se anunció su demolición para dar paso a un nuevo proyecto turístico, esta nunca se concretó. Desde entonces, el edificio ha permanecido inactivo, con signos visibles de abandono. Un terreno contiguo se ha utilizado de forma ocasional como helipuerto y estacionamiento improvisado.
La reubicación del proyecto del centro de convenciones desde los terrenos del antiguo Hotel Hispaniola —descartados por conflictos legales— hacia esta parcela busca rescatar un espacio urbano estratégico y reactivar la franja del Malecón con una obra de alto impacto.
- El nuevo proyecto cuenta con la asesoría de IFEMA, entidad organizadora de la Feria Internacional de Turismo (FITUR).
Con la demolición inminente, se cierra un capítulo de la memoria hotelera de Santo Domingo. Desaparece una estructura física, pero subsiste su valor simbólico: un testimonio del esplendor turístico, del diseño nacional elevado a gran escala, y de una época en que el país aspiraba —y a veces lograba— proyectarse con elegancia ante el mundo.