El 24 de marzo de 2023, el Departamento de Estado de EE. UU. publicó el resumen ejecutivo de “La estrategia de Estados Unidos para prevenir conflictos y promover la estabilidad, plan estratégico de diez años para Haití”.

Según la definición del Departamento de Estado, “La Oficina de Operaciones de Conflicto y Estabilización (CSO) es responsable de dirigir la formulación e implementación de las estrategias, políticas y programas de prevención y estabilización de conflictos de los Estados Unidos. Se desempeña como secretario del Grupo de Trabajo de Prevención de Atrocidades de varias agencias del gobierno de EE. UU. y es el principal responsable de implementar la estrategia de EE. UU. para prevenir conflictos y promover la estabilidad. A fines de 2021, la CSO creó la Unidad de Apoyo a las Negociaciones para ayudar a los diplomáticos estadounidenses y otros funcionarios a resolver algunas de las disputas más espinosas e intratables. Esfuerzos de las OSC para reducir la fragilidad, El fortalecimiento de las instituciones democráticas y el aumento de la cohesión social con y dentro de los países socios prioritarios promueven directamente los objetivos de la política exterior de los EE. UU. La divulgación de este documento se produce después del fracaso del presidente estadounidense, Joe Biden, con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau. Canadá se negó a liderar una fuerza internacional armada en Haití. Estados Unidos buscará estabilizar la situación. Haití tendrá que aprender a vivir con sus problemas. Publicamos a continuación la nueva filosofía estadounidense para Haití. La divulgación de este documento se produce después del fracaso del presidente estadounidense, Joe Biden, con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau. Canadá se negó a liderar una fuerza internacional armada en Haití. Estados Unidos buscará estabilizar la situación. Haití tendrá que aprender a vivir con sus problemas. Publicamos a continuación la nueva filosofía estadounidense para Haití. La divulgación de este documento se produce después del fracaso del presidente estadounidense, Joe Biden, con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau. Canadá se negó a liderar una fuerza internacional armada en Haití. Estados Unidos buscará estabilizar la situación. Haití tendrá que aprender a vivir con sus problemas. Publicamos a continuación la nueva filosofía estadounidense para Haití.

Estados Unidos está comprometido a ayudar a Haití a convertirse en un país más seguro, estable y democrático, que refleje los lazos profundos entre los pueblos de nuestros países. Haití se encuentra en un momento crítico sin precedentes en su historia: en julio de 2021 fue asesinado el presidente Jovenel Moïse. Desde principios de septiembre de 2022, el dramático deterioro de la seguridad ha paralizado al país. Des gangs criminels, soutenus pour beaucoup d’entre eux par des acteurs politiques ou économiques corrompus, ont pris le contrôle d’infrastructures stratégiques vitales, dont le Port International de Port-au-Prince et le principal terminal pétrolier du pays (Varreux) pendant dos meses. El bloqueo a la terminal petrolera ha llevado a una virtual paralización de servicios esenciales como abastecimiento de agua y saneamiento, recolección de residuos,

Esta situación crítica se ve agravada aún más por la extrema vulnerabilidad de Haití a los impactos ambientales. Los esfuerzos diplomáticos y de asistencia de la comunidad internacional han tenido resultados mixtos y su impacto ha generado mucha atención y debate. La violencia de género y las profundas desigualdades de género corren el riesgo de socavar la estabilidad en Haití, y las mujeres y las niñas se ven afectadas de manera desproporcionada por el cambio climático, la violencia, la falta de estado de derecho y la inseguridad alimentaria en el país.

Según este plan, Estados Unidos movilizará con el tiempo sus esfuerzos diplomáticos y su asistencia en torno a dos objetivos generales:

• Objetivo 1: Promover la gobernanza y la seguridad receptivas y responsables.
• Objetivo 2: Promover la movilización y prosperidad de la población.

El plan prevé un enfoque por etapas, centrándose principalmente en los esfuerzos que se desplegarán inicialmente en los sectores de seguridad y justicia dado el contexto actual en Haití. Durante esta primera fase, los esfuerzos de EE. UU. se centrarán en involucrar y aprovechar a los socios de la sociedad civil haitiana y la Policía Nacional de Haití para guiar e implementar programas para mejorar la seguridad ciudadana y el estado de derecho, al tiempo que garantiza la protección y promoción de los derechos humanos y el principio de responsabilidad. Los primeros esfuerzos se centrarán en vecindarios clave con altos índices de delincuencia y violencia y centros económicos y de transporte vitales.

Después de priorizar las necesidades de seguridad y justicia en la Fase I, la Fase II comenzará a abordar las causas profundas de la inestabilidad, basándose en la reforma del sector judicial y promoviendo la participación ciudadana y las perspectivas económicas. La Fase III contribuirá a fortalecer los sistemas que controlan los haitianos para tener un impacto duradero y lograr cambios institucionales fundamentales. Este enfoque por etapas permitirá que Estados Unidos se adapte a las condiciones cambiantes sobre el terreno, incluido el aprovechamiento de nuevas oportunidades potenciales.