Red trata mandaba desde La Vega latinoamericanas para toda Europa

SANTO DOMINGO.- Rescatan 41 víctimas, de distintas nacionalidades, de una red de trata de personas que operaba en Francia y otros países, dirigida desde la República Dominicana por los esposos José Antonio Tapia Martínez y Evelin Jiménez Carela, residentes en la provincia La Vega.

La estructura criminal de trata de persona obtenía   beneficios anuales de más de dos millones de euros, a través de los servicios de prostitución que las víctimas de nacionalidad venezolana, colombiana, brasileña y dominicana, eran obligadas a ofrecer en esa nación europea.

La desarticulación de la organización criminal de trata de personas se logró tras la colaboración de las autoridades de Francia y del país, logrando rescatar a las víctimas de nacionalidad venezolana, colombiana, brasileña y dominicana.

Los presuntos líderes de la red de trata de personas, Tapia Martínez y Jiménez Carela, recibían esos beneficios obtenidos por los servicios ofertados por las víctimas.

Pedido en extradición

Los presuntos cabecillas de la red han sido solicitados por autoridades judiciales de Francia para que respondan de las imputaciones.

En España e Italia también fueron realizados arresto de implicados en esta organización criminal dedicada a la trata de personas.

Las investigaciones iniciaron en mayo del pasado año, luego que fueran detectados anuncios de servicios de prostitución en distintas webs especializadas.  Luego de las indagatorias, se estableció que la red de trata de personas estaba controlada desde República Dominicana y que explotaba a decenas de mujeres sudamericanas en diferentes ciudades de Francia.

La titular de la Procuraduría Especializada contra el Tráfico Ilícito de Migrantes y Trata de Personas (PETT), Yoanna Bejarán Álvarez, viajó a Francia junto junto a personal de la Procuraduría de Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo, siguiendo el hilo de los bienes adquiridos mediante el delito de trata de personas.

Organismos

Las autoridades dominicanas, como las de Francia, siguen con las investigaciones para identificar otros posibles vinculados a la estructura criminal de trata de personas que obligaba a mujeres víctimas de prostitución con servicios que ofrecían en redes sociales.