Por Manuel Santos Mercedes

Santo Domingo, R.D. – La Fuerza del Pueblo, bajo el liderazgo del expresidente Leonel Fernández, podría recibir el respaldo de importantes figuras y partidos aliados del Partido Revolucionario Moderno (PRM), descontentos con el incumplimiento de compromisos por parte del gobierno de Luis Abinader. Este escenario, de concretarse, representaría un golpe contundente a las aspiraciones presidenciales de destacados líderes oficialistas como David Collado, Eduardo Sanz Lovatón, Raquel Peña, Guido Gómez Mazara, Wellington Arnaud, entre otros.

El descontento entre aliados del PRM, que apoyaron la llegada al poder del presidente Abinader en 2020, ha ido en aumento debido a la falta de cumplimiento de acuerdos políticos y promesas realizadas. Según expertos, esta situación podría desencadenar una migración masiva hacia La Fuerza del Pueblo, que ya trabaja en la construcción de una alianza histórica de cara a las elecciones de 2028.

“Si el presidente Abinader no cumple con sus compromisos políticos, su partido enfrentará serias dificultades para mantener la cohesión interna y retener el respaldo de figuras clave”, advirtió un analista político. Este descontento no solo debilitaría la base de apoyo del PRM, sino que también complicaría la campaña de sus aspirantes presidenciales más destacados, quienes dependerían de una estructura sólida para competir en un panorama electoral cada vez más competitivo.

Leonel Fernández y La Fuerza del Pueblo han demostrado una capacidad estratégica para captar aliados de distintos sectores políticos, posicionándose como una alternativa viable para quienes buscan un cambio de dirección en el liderazgo nacional. De concretarse esta deserción, el PRM enfrentaría un desafío sin precedentes, con un bloque opositor fortalecido que podría cambiar el equilibrio de poder en las próximas elecciones.

El futuro político del PRM y de sus principales líderes dependerá, en gran medida, de la capacidad del presidente Abinader para cumplir con los compromisos asumidos y evitar un éxodo de aliados clave que podría inclinar la balanza a favor de La Fuerza del Pueblo en 2028.