NACIONALES
Familiares de exempleado del Jet Set fallecido en la tragedia presentan querella

La querella, con constitución en actor civil, fue presentada por la señora Paulina Reyes, madre de Fernando Reyes, quien perdió la vida en el trágico colapso del establecimiento nocturno.
Igualmente, la viuda Yanely Altagracia Henríquez Peña, y los cinco hijos de la víctima: Fernando, Antonio, Fernanda, Estefanía Reyes Sánchez y Nicaury Sánchez Pérez, se querellaron como actores civiles.
La querella contra Antonio Espaillat López, Ana Grecia López, la sociedad Inversiones E y L, S.R.L., el Estado Dominicano y la Alcaldía del Distrito Nacional (ADN), fue interpuesta a través del abogado Félix Humberto Portes, quien representa a la mayoría de los querellantes hasta el momento.
Las nuevas acciones legales fueron interpuestas por la presunta violación de los artículos 319 del Código Penal, así como múltiples disposiciones legales sobre seguridad estructural y responsabilidad del Estado.
Estas querellas se suman a las acciones previas ya iniciadas por familiares y víctimas, con el objetivo de que se impongan las sanciones penales correspondientes y se garantice la reparación integral por los daños ocasionados.
Fernando Reyes, quien se desempeñó por más de 33 años como capitán de camareros en dicha discoteca, falleció como consecuencia del derrumbe de la infraestructura, suceso que ha consternado a la sociedad dominicana y ha dejado múltiples víctimas fatales y lesionados.
¿Quién era Fernando Reyes?
De acuerdo con la querella, Fernando Reyes dedicó 33 años de su vida laboral a la discoteca Jet Set, donde se desempeñó como capitán de camareros, siendo reconocido por su compromiso, honestidad y servicio ejemplar.
Su labor diaria se sostenía, principalmente, de las propinas que recibía de los clientes, quienes valoraban su trato afable, profesionalismo y atención dedicada, ya que su salario base no era suficiente para cubrir sus necesidades.
Señala la querella que durante ese extenso periodo de servicio, Fernando nunca recibió el pago de sus vacaciones ni el 10% por ley sobre ventas, derechos laborales que le correspondían.
A pesar de su antigüedad, la empresa Jet Set le negó sistemáticamente el reconocimiento y pago de sus prestaciones laborales, acumulando una deuda superior a RD$500,000.00.
En los últimos años, se vio obligado a tomar una licencia laboral por una condición visual severa que limitaba sus funciones, lo cual no fue impedimento para que continuara exigiendo con dignidad lo que justamente le correspondía. A lo largo del tiempo, recibió únicamente promesas de pago que nunca fueron cumplidas.
null
Uno de sus hijos expresó que su padre le hablaba con lágrimas en los ojos de las injusticias vividas. Según sus palabras:
“Tanto a mi papá como a los demás empleados de allá, a nadie se les pagan vacaciones y a todos los engañan con el 10% de ley por las ventas”, dijo.
La noche del colapso, Fernando acudió al Jet Set en calidad de visitante, movido por el deseo de saludar a sus antiguos compañeros, llevarles unos detalles que les trajo de un viaje reciente a los Estados Unidos y, una vez más, reclamar el pago de sus prestaciones pendientes.
Fue en ese contexto, según la querella, que ocurrió el derrumbe estructural del local, causándole la muerte de forma abrupta, absurda y profundamente injusta.
Aduce que Fernando Reyes no fue solo una víctima más de una tragedia evitable, sino también una víctima de la indiferencia patronal, del abuso laboral prolongado y del abandono institucional.
“Su muerte refleja la dimensión humana del daño causado y la deuda pendiente del sistema con quienes, como él, dedicaron su vida al trabajo sin recibir nunca la justicia que merecían en vida”, aducen los familiares.