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Irán advierte con represalias firmes tras ataque de EE.UU.

La tensión entre Irán y Estados Unidos se intensificó drásticamente este lunes, luego del ataque estadounidense contra instalaciones nucleares iraníes, un hecho que marca un nuevo y peligroso capítulo en el ya delicado equilibrio en Medio Oriente.
En respuesta, altos mandos militares de Irán han lanzado duras advertencias sobre una inminente represalia. El comandante en jefe de la Nación Islámica, Amir Hatami, aseguró en un video difundido por medios estatales que “cada vez que EE.UU. ha cometido crímenes contra Irán, ha recibido una respuesta decisiva. Esta vez no será la excepción”.
A estas declaraciones se sumó el jefe del Estado Mayor del ejército iraní, Abdolrahim Mousavi, quien afirmó que Teherán se reserva “el derecho de tomar cualquier acción contra las fuerzas estadounidenses” y que su país “nunca cederá”. Por su parte, el portavoz de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, Ebrahim Zolfaghari, advirtió que Washington sufrirá “consecuencias graves, lamentables e impredecibles”, señalando que Irán responderá con “operaciones poderosas y selectivas”.
En un mensaje directo al presidente estadounidense, Zolfaghari declaró: “¡Señor Trump, el apostador! Puede que usted empiece esta guerra, ¡pero nosotros seremos quienes la terminaremos!”.
Mientras crecen las tensiones en Teherán, en Washington la polémica se desató por los comentarios del presidente Donald Trump, quien el domingo insinuó la posibilidad de un “cambio de régimen” en Irán. “No es políticamente correcto usar el término, pero si el actual régimen iraní no puede HACER A IRÁN GRANDE OTRA VEZ, ¿por qué no debería haber un cambio?”, escribió en su red social.
Estas declaraciones contrastan con los mensajes oficiales de otros miembros de su administración. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, sostuvo que el objetivo del ataque “no era un cambio de régimen”, mientras que el vicepresidente J.D. Vance reiteró que Estados Unidos “no busca instalar un nuevo gobierno en Teherán”.
Elliott Abrams, exenviado especial a Irán, intentó suavizar el impacto de las palabras de Trump asegurando que el mandatario “probablemente estaba bromeando”, aunque reconoció la confusión generada dentro y fuera del país.
Expertos militares consideran que la respuesta de Irán podría llegar a través de aliados en la región, como Kata’ib Hezbolá, una milicia iraquí chiita respaldada por Teherán, o los hutíes en Yemen. Para el teniente general Mark C. Schwartz, excoordinador de seguridad estadounidense, las bases norteamericanas en Irak, Jordania y Siria serían las más vulnerables a posibles represalias.
Estados Unidos mantiene presencia militar en al menos 19 emplazamientos en Medio Oriente, muchos de ellos en territorios estratégicos como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Israel y Qatar, lo que eleva el riesgo de una confrontación directa en varios frentes simultáneos.
Escalada impredecible
Mientras Irán evalúa su próxima jugada y Washington debate sobre los límites de su intervención, el mundo observa con preocupación una escalada que podría tener consecuencias regionales, económicas y humanas de gran magnitud. Analistas advierten que cualquier movimiento desmedido podría abrir las puertas a una guerra prolongada y profundamente destructiva.
Por ahora, el mundo sigue en vilo. La pregunta ya no es si Irán responderá, sino cuándo y cómo lo hará.