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EEUU levanta el veto a la ayuda militar y de Inteligencia a Ucrania y Kiev acepta un alto el fuego de 30 días

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Estados Unidos decidió levantar “inmediatamente la pausa en el intercambio de Inteligencia y reanudará la asistencia de seguridad a Ucrania” tras la reunión de las delegaciones de ambos países en la ciudad saudí de Yeda para tratar el futuro de la guerra. En una declaración conjunta compartida por el Departamento de Estado estadounidense tras la jornada de negociaciones, Washington dio el paso adelante que Kiev buscaba tras el encontronazo entre Volodimir Zelenski y Donald Trump en el Despacho Oval a finales de febrero.

En la declaración conjunta, Ucrania se compromete a aceptar la propuesta estadounidense de un alto el fuego provisional inmediato de 30 días, una tregua prorrogable por acuerdo mutuo de ambas partes y que está sujeto aún a la aprobación de la parte rusa. En una declaración pública tras el encuentro, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, aseguró que “Ucrania está dispuesta a dejar de disparar y a empezar a dialogar” y que “presentarán esta oferta a los rusos”, que Washington “espera” que sea aceptada. “La pelota está en su tejado”, aseguró el jefe de la diplomacia estadounidense, tras señalar que Estados Unidos espera que el pacto, si se aprueba, sea implementado “lo antes posible”. Tras repetir en varias ocasiones que Trump quiere que la guerra termine, Rubio señaló que esperan luz verde de Moscú a un alto el fuego, pero si dice que no, “desgraciadamente sabremos cuál es el impedimento para la paz aquí”, advirtió.

En la misma línea, el presidente Zelenski dijo en su intervención habitual en redes sociales que “Estados Unidos debe convencer a Rusia” para aceptar. “Ucrania está preparada para la paz. Rusia debe demostrar si está dispuesta a poner fin a la guerra o a continuarla”, añadió.

Zelenski explicó que la propuesta de la delegación ucraniana consistía en tres cuestiones: “silencio en el cielo” y en el mar, así como “medidas reales para establecer la confianza”, incluida la liberación de prisioneros.

La delegación ucraniana llegó a la ciudad saudí de Yeda con la esperanza de llegar a un acuerdo de alto el fuego parcial, por mar y aire, como paso preliminar a una tregua más extensa. Sin embargo, Kiev se ha sumado a la propuesta estadounidense, que supone un cese total de los combates durante un mes.

Sobre si la reunión entre las delegaciones estadounidenses y ucranianas provocó un acercamiento entre ambas partes, Rubio remarcó que espera que sea la “paz” la que se haya recuperado, porque esto es “algo serio”, “no un episodio de un programa de televisión”, espetó durante el encuentro con la prensa.

Si bien durante las horas previas al encuentro Rubio había advertido que Ucrania tenía que estar preparada para “hacer cosas difíciles” y puso de nuevo sobre la mesa el acuerdo de minerales, luego negó que la cuestión se tratara durante las conversaciones en Yeda. “Nuestros respectivos presidentes han dado instrucciones a los miembros correspondientes de sus gobiernos para que lo lleven a buen puerto y a una conclusión”, dijo sin dar más detalles.

El encuentro fue capitaneado por Rubio y por el jefe de la oficina presidencial de Zelenski, Andrey Yermak. El equipo estadounidense contó con el enviado de la presidencia a Oriente Próximo, Steve Witkoff, y el asesor de seguridad nacional, Mike Waltz, que también participó en el encuentro con la delegación rusa en Riad a mediados de febrero. La delegación ucraniana iba acompañada del ministro de Exteriores, Andréi Sibiga, junto al ministro de Defensa, Rustem Umérov.

El encuentro se produjo en un momento de gran presión para Ucrania tras el giro político de la Administración de Trump, que está dispuesto a imponer condiciones a Kiev y presionarlo para que negocie el fin de la guerra con Moscú. Washington se reunió directamente con funcionarios rusos sin contar con la presencia de Kiev y ha dado pasos para retomar las relaciones diplomáticas con Moscú. Entonces Estados Unidos interrumpió el suministro de armamento y pausado algunos intercambios de Inteligencia con Kiev, poniendo en riesgo la línea de frente ucraniana. En este sentido Yermak remarcó durante el encuentro que lo más importante para Kiev era “lograr una paz justa y duradera en Ucrania”, con garantías de seguridad para evitar que Rusia invada de nuevo el país en el futuro. “El ambiente constructivo [del encuentro] demuestra que podemos aprovechar esta oportunidad. Ucrania desea la paz como nadie más“, aseguró.

El encuentro en Yeda tuvo lugar pocas horas después de que Ucrania lanzara el mayor ataque con drones contra Rusia desde el inicio de la guerra hace tres años. Según el Ministerio de Defensa ruso, durante la noche del lunes derribaron 337 drones en todo el país, aunque algunos proyectiles afectaron los alrededores de Moscú, causando tres víctimas mortales. El diputado ucraniano Oleksiy Goncharenko, señaló que los ataques contra Moscú demuestran que el país sigue siendo capaz de golpear “muy seriamente” a Rusia. “Este es un mensaje de que, al menos, tenemos cartas”, declaró en una entrevista con la BBC, haciendo alusión a las declaraciones del presidente estadounidense Trump, que aseguró que Rusia tiene “las cartas” en cualquier negociación de paz. El ministerio de Exteriores ruso condenó el ataque con drones, que calificó de “planeado de antemano” y acusó a Ucrania de programarlo para que coincidiera con el encuentro “en Arabia Saudí para resolver el conflicto”. “El régimen de Zelenski ha demostrado una total falta de voluntad política hacia la paz y la solución del conflicto por medio diplomáticos”, señala en un comunicado.

El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó que Vladimir Putin está dispuesto a negociar el fin de la guerra, aunque no dio detalles sobre las demandas de Moscú. “Nuestra postura es clara. Vladimir Putin ha subrayado en repetidas ocasiones su disposición a las negociaciones“, señaló en declaraciones recogidas por la agencia rusa TASS.