Por Manuel Santos Mercedes

Washington, EE. UU. – En una contundente declaración, el expresidente Donald J. Trump anunció su decisión de reabrir la legendaria prisión de Alcatraz, ubicada en la isla del mismo nombre en la bahía de San Francisco, como parte de una estrategia para combatir la criminalidad en Estados Unidos.

Trump, quien ha centrado su discurso en la “ley y el orden”, señaló que por demasiado tiempo el país ha sido víctima de criminales violentos y reincidentes, a quienes calificó como “los desechos de la sociedad” que solo traen “miseria y sufrimiento”.

“El pasado nos enseñó que cuando éramos una nación más seria, no dudábamos en aislar a los criminales más peligrosos, manteniéndolos lejos de quienes podrían dañar”, expresó Trump.

En ese sentido, el exmandatario informó que ha dado instrucciones al Buró Federal de Prisiones, al Departamento de Justicia, al FBI y al Departamento de Seguridad Nacional para que inicien el proceso de reconstrucción y ampliación de Alcatraz. El objetivo es convertirla nuevamente en un centro penitenciario de máxima seguridad destinado a albergar a los delincuentes más violentos y peligrosos del país.

Trump criticó a jueces y autoridades que, según él, han permitido que estos criminales sigan en libertad, y aseguró que la reapertura de la prisión será un símbolo de justicia, orden y autoridad.

“La reapertura de Alcatraz será una muestra clara de que no permitiremos más caos en nuestras calles. Haremos lo necesario para proteger a los ciudadanos honestos. Vamos a hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande”, concluyó.

La prisión de Alcatraz, cerrada oficialmente en 1963, fue famosa por albergar a peligrosos criminales como Al Capone y convertirse en uno de los penales más temidos del país. Esta sería la primera vez que se considera su reapertura con fines operativos en más de seis décadas.