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Hijos de Rubby Pérez se querellan contra dueños de Jet Set

Santo Domingo. – Los hijos del merenguero Rubby Pérez, fallecido en el derrumbe del techo de la discoteca Jet Set, interpusieron ayer una querella ante la Fiscalía del Distrito Nacional contra Antonio Espaillat, propietario del centro de diversión donde murieron más de 230 personas y resultaron heridas otras 189, en un hecho ocurrido el pasado 8 de abril.
Los querellantes son Ana Beatriz Pérez Reynoso, Casiey Aileen Lebrón, Lidia Esther Pérez Díaz, Micaías Pérez Díaz, Elizabet Pérez Díaz, Adelina Pérez Díaz y Elizer Pérez Díaz, representados legalmente por el abogado Emery Rodríguez.
Con esta acción legal, ya suman 98 las querellas presentadas en el caso, en las que, además de Antonio Espaillat, figuran como imputados su hermana Maribel Espaillat, gerente de la discoteca Jet Set; Ana Grecia López y la empresa Inversiones EyL.
El abogado de ambos, Miguel Valerio, aseguró que está preparado para conocer la audiencia de medida de coerción.
El jurista dijo que Maribel Espaillat será trasladada al tribunal desde el centro clínico donde se encuentra ingresada.
Pruebas
El órgano acusador asegura contar con 278 elementos de prueba, incluyendo el testimonio clave de Gregorio Adames, encargado de Reservaciones del Jet Set, con los cuales busca demostrar la responsabilidad penal de los imputados en la tragedia.
En el interrogatorio realizado por el titular de la Dirección de Persecución del Ministerio Público, Wilson Camacho, Adames reveló que se comunicó por celular con Antonio Espaillat para informarle que aún no se habían arreglado los plafones y que estaban cayendo pedazos del techo.
Señaló que el sonido era fuerte y que el problema ya se había presentado semanas antes de la fiesta. “Cuando cambiaban los plafones, salían con pedazos del techo. Ese día fue cuando más se dio”, declaró Adames. Además, indicó que el día del evento se retiró agua acumulada en la lona ubicada sobre la pista de baile, antes de iniciar la fiesta.
El testigo también afirmó que mantenía constantes conflictos con Manuel Jiménez, encargado de Mantenimiento, por la calidad deficiente de sus reparaciones. “Siempre hacía chapucerías y eso no es mantenimiento. Yo se lo decía a Antonio y Manuel Jiménez decía que me puse de malcriado”, expresó.
De acuerdo a declaraciones del testigo, la fiesta continuó porque Antonio Espaillat no autorizo la cancelación de la misma; era el único que lo podía hacer.
Según el documento, Adames manifestó que Maribel Espaillat informó a un medio de comunicación que él había muerto en la tragedia, a pesar de que ambos hablaron días después del suceso. También indicó que Maribel lo intimidó insinuando que poseía información sensible que podría acarrear hasta 20 años de prisión para Antonio Espaillat.
La investigación determinó que el colapso del techo se debió a una sobrecarga estructural causada por la instalación de seis aires acondicionados de 15 y 20 toneladas cada uno, así como tinacos de agua, todo sin estudios previos que confirmaran si la infraestructura podía soportar ese peso.
Además de las víctimas mortales y los heridos, la tragedia dejó más de 130 niños huérfanos. Según Wilson Camacho, «antes del 8 de abril tenían su vida asegurada y ahora enfrentan un futuro incierto”.
El procurador de corte afirmó que Antonio y Marisol Espaillat, propietario y gerente de Jet Set, actuaron con negligencia y absoluto desprecio por la vida humana.
Camacho dice confía juez acogerá solicitud
El director de Persecución del Ministerio Público, Wilson Camacho, confía en que el tribunal acogerá el pedimento de medida de coerción contra Antonio y Maribel Espaillat, dueño y gerente de la discoteca Jet Set, respectivamente, imputados por homicidio y por provocar lesiones a decenas de personas.
Solicitan 18 meses de prisión preventiva para Antonio, y para Maribel arresto domiciliario, impedimento de salida del país y presentación periódica.
Un juez de la Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional conoce hoy, a las 11:00 de la mañana, la solicitud.
Ocultan
El Ministerio Público afirma que Antonio y Maribel Espaillat, dueño y gerente de la discoteca Jet Set, tenía conocimiento de la situación de deterioro de la infraestructura y por ahorrar recursos se agravó el problema.