El contundente mensaje de Harris en Guatemala: ‘No vengan’ a Estados Unidos, reforzaremos la frontera

En una prueba de sus incipientes habilidades diplomáticas, la vicepresidenta buscó fomentar la esperanza y al mismo tiempo disuadir la migración de Centroamérica.

CIUDAD DE GUATEMALA – La vicepresidenta Kamala Harris llegó a Centroamérica esta semana en una delicada misión diplomática: ofrecer un mensaje de esperanza al pueblo de Guatemala y otros países de la región. Pero desaliéntelos de intentar cruzar la frontera sur de Estados Unidos porque no serán bienvenidos del otro lado.

Su enfoque, en su primer viaje al extranjero como vicepresidenta, fue claro: Sea directo.

Eso ganó elogios de activistas locales y líderes de la sociedad civil como un comienzo sólido, pero también destacó el abismo que permanece entre los gobiernos de Estados Unidos y Guatemala, particularmente cuando se trata de tomar medidas enérgicas contra la corrupción. La capacidad de Harris para cerrar ese abismo será, en última instancia, la prueba más importante de sus incipientes habilidades diplomáticas, sin mencionar su agilidad política mientras se posiciona para una posible carrera presidencial futura.

“El objetivo de nuestro trabajo es ayudar a los guatemaltecos a encontrar esperanza en casa”, dijo Harris en una conferencia de prensa con el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei.

“Al mismo tiempo, quiero ser claro para la gente de la región que está pensando en hacer ese peligroso viaje a la frontera entre Estados Unidos y México: no vengas. No vengas ”, agregó. “Creo que si vienes a nuestra frontera, te harán retroceder”.

Tanto Harris como Giammattei dijeron que su diálogo, incluida la reunión de dos horas del lunes en el Palacio Nacional de la Cultura, ha sido franco y sincero, y ambas partes abordaron directamente lo que quieren y dónde están sus preocupaciones.

“No tenemos tiempo para pasar por alto las preocupaciones que tenemos, por lo que tuvimos una conversación muy franca sobre la importancia de un poder judicial independiente. Tuvimos una conversación sobre la importancia de una sociedad civil fuerte ”, dijo Harris, señalando las áreas donde Giammattei y sus aliados han enfrentado críticas.

Posteriormente, en una mesa redonda con activistas de derechos humanos y otros líderes de la sociedad civil, Harris habló sobre el “impacto que la falta de independencia judicial puede tener en la sociedad civil, especialmente en lo que respecta a los tribunales más altos del país”, una no tan- sutil comentario al presidente de Guatemala, quien recientemente defendió la medida del Congreso aquí para bloquear a un juez, una figura líder en la lucha contra la corrupción en la región, de la Corte Constitucional del país a principios de este año.null

Giammattei, por su parte, negó airadamente las críticas de haber contribuido a la corrupción del país y debilitado las instituciones demócratas, y dijo en la conferencia de prensa conjunta de los líderes que, de hecho, está trabajando duro para combatir la corrupción. Pero los críticos, incluidos los líderes de la sociedad civil aquí y en Estados Unidos, dicen que el líder centroamericano es parte de un sistema de corrupción de larga data liderado por las élites políticas y económicas.

Aún así, Ricardo Zúñiga, enviado especial de Biden al Triángulo Norte, dijo en una entrevista que “Guatemala y México parecen ser los lugares donde podemos hacer el mayor bien en el menor tiempo posible en este momento”.

En Guatemala, el lunes, Harris presentó un plan para disuadir la migración a los Estados Unidos trabajando para mejorar la seguridad física y económica y combatir la corrupción. La administración de Biden creará un grupo de trabajo anticorrupción que llevará a cabo investigaciones y reclutará a fiscales y agentes del orden de Estados Unidos para capacitar a sus homólogos centroamericanos en la construcción de casos de corrupción. Estados Unidos también lanzará un grupo de trabajo para combatir el tráfico y la trata de personas.null

El vicepresidente también anunció que Estados Unidos realizará varias inversiones, incluida una iniciativa para crear oportunidades para jóvenes emprendedoras, principalmente indígenas.

El martes, Harris se reunirá con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y participará en mesas redondas con líderes sindicales y mujeres emprendedoras. Su reunión con López Obrador se produce después de que su coalición acabara de perder su supermayoría en el Congreso en las elecciones de mitad de período, que también fueron una de las campañas de campaña más violentas del país en la historia.

Los funcionarios de la administración y los asistentes de Harris durante semanas han tratado de moderar las expectativas de lo que vendría de su viaje debut al extranjero, dado que abordar las causas fundamentales de la migración a los Estados Unidos desde Centroamérica ha sido un desafío de décadas. Harris solo comenzó a abordar los problemas hace tres meses.

Los líderes de la sociedad civil guatemalteca se sintieron alentados por las declaraciones de Harris tanto en la conferencia de prensa conjunta como en una mesa redonda que sostuvo con ellos en una universidad local en la Ciudad de Guatemala. Varios asistentes a la reunión le dijeron a POLITICO que estaba claro que había aprendido mucho sobre las condiciones desestabilizadoras que impulsan la migración, incluidas la corrupción y la violencia, desde la última vez que se reunió con ellos en una mesa redonda virtual en abril.

“Los mensajes que recibimos de ella fueron positivos”, dijo Álvaro Montenegro, quien es parte de JusticiaYa y Alianza por las Reformas, que representa a 40 organizaciones que presionan por un sistema de justicia más fuerte y contra la impunidad. “La idea de darle importancia a la lucha contra la corrupción envía el mensaje de que ella está del lado de la gente frente a las élites económicas y políticas, donde lo que menos quieren es hablar de corrupción porque están involucrados”.

Los líderes de la sociedad civil aquí han expresado su desacuerdo con la forma en que la administración Biden ha manejado la política en la frontera entre Estados Unidos y México hasta ahora. La cantidad de migrantes que llegan a la frontera ha aumentado constantemente desde abril de 2020, pero ha aumentado considerablemente en los últimos meses. Sin embargo, la mayoría todavía está siendo expulsada casi de inmediato ya que Biden continúa usando el Título 42, una orden de salud pública invocada por el ex presidente Donald Trump al principio de la pandemia. Existe una creciente crítica de que el uso continuo del Título 42 por parte de Biden no se basa en preocupaciones legítimas de salud pública, sino más bien en su efectividad como una herramienta de control de inmigración.null

A pesar de esos desacuerdos, los líderes de la sociedad civil entendieron que los comentarios de “no venga” de Harris provienen de presiones políticas en los Estados Unidos. Los republicanos en los EE. UU. Han criticado repetidamente a la administración Biden por lo que llaman la “crisis fronteriza de Biden” y han criticado a Harris por no visitar la frontera.

Cuando se le preguntó en la conferencia de prensa del lunes sobre las críticas del Partido Republicano de que ni ella ni el presidente habían ido a la frontera sur de los EE. UU., Harris dijo que estaba enfocada en abordar la migración irregular de una “manera que sea significativa y tenga resultados reales”.

“Seguiré enfocándome en ese tipo de trabajo en lugar de grandes gestos”, agregó.

El vicepresidente tuvo una respuesta similar a las críticas de la izquierda, incluida la representante Alexandria Ocasio-Cortez (DN.Y.) , por decirle a los migrantes que no vengan a los EE. UU. “Estoy muy claro: tenemos que lidiar con la raíz causas y esa es mi esperanza. Punto ”, dijo a los periodistas mientras se preparaba para partir hacia la Ciudad de México el lunes por la noche.

Manfredo Marroquin, fundador de Acción Ciudadana, una organización que impulsa la transparencia y lucha contra la corrupción, efectivamente se encogió de hombros ante esos comentarios.

“Todos los gobiernos han dicho lo mismo. Es un mensaje obligatorio, pero poco efectivo ”, dijo Marroquín. Harris “sabe por qué la gente se va y ciertamente no se van porque no conocen los riesgos de dirigirse a la frontera. Pero esos riesgos son mínimos en comparación con los riesgos de vivir aquí toda la vida “.

Pero si bien la administración Biden ha enfatizado su deseo de trabajar en estrecha colaboración con los grupos de la sociedad civil y el sector privado, quedan dudas sobre cómo garantizar que el dinero que asigne a la región se utilice de manera adecuada y obtenga resultados.null

En abril, Harris se comprometió a enviar $ 310 millones para ayuda humanitaria y para abordar la inseguridad alimentaria en Guatemala, Honduras y El Salvador. Y Biden ha hablado sobre un plan de cuatro años y $ 4 mil millones para ayudar a mejorar la región.

Aún así, se han compartido pocos detalles sobre cómo Estados Unidos implementaría ese plan de $ 4 mil millones. Pero los funcionarios han notado que tienen la intención de armar una estrategia que incluya lecciones aprendidas de la administración Obama, cuando a Biden como vicepresidente se le asignó el mismo trabajo que Harris.

Una lección clave de los años de Obama es priorizar al sector privado y no solo esperar ayuda para resolver los problemas, dijo Zúñiga, quien trabajó en la administración Obama. El mes pasado, Harris acogió con satisfacción los compromisos de una docena de empresas y organizaciones, incluidas Chobani y Mastercard, de invertir en la región.

“La ayuda no genera empleo. La ayuda no pone comida en la mesa. La ayuda ayuda a crear las condiciones en las que se puede tener inversión ”, dijo Zúñiga, quien ha estado en conversaciones con líderes de toda la región.

Si bien los asistentes de la Casa Blanca y los líderes de la sociedad civil en contacto dicen que Harris comprende los problemas, eso es solo el comienzo: abordar la pobreza persistente, la desnutrición, la violencia y la corrupción que llevan a las personas a abandonar Guatemala y lograr un cambio tangible es el trabajo de años, si no de décadas. .

Y mientras Estados Unidos busca trabajar en estrecha colaboración con la sociedad civil, el gobierno aquí está tratando de socavar a la sociedad civil con una ley que apunte a las ONG. Y Giammattei ha criticado públicamente a un fiscal de alto perfil, que a principios de este año ganó el premio de campeones anticorrupción del Departamento de Estado . También ha expresado su apoyo a la medida del Congreso de Guatemala el mes pasado para bloquear la juramentación de un juez de su Tribunal Constitucional, que es una figura destacada en los esfuerzos para combatir la corrupción.

Giammattei se mostró despectivo cuando los periodistas estadounidenses le preguntaron sobre las críticas de que él es parte del problema de corrupción de Guatemala. En una larga réplica, el líder centroamericano dijo que las críticas eran infundadas, producto de la charla en las redes sociales. Agregó que el gobierno guatemalteco no está interesado en recibir fondos estadounidenses.

“Lo que nos interesa es que trabajemos en políticas públicas que puedan transferir esos recursos de manera efectiva, de manera significativa y sin costos intermedios, para que llegue a las comunidades” que lo necesitan, dijo Giammattei.