PorEvaristy Jiménez

16 junio 2021

En el mes de junio del año pasado los dominicanos estábamos en un verdadero torbellino, envueltos en una situación política compleja, un grupo que no quería soltar el poder sabiendo que no contaba con el respaldo popular y que además estaba inmerso en una división partidaria.

El problema sanitario en su pico más alto, con incertidumbre de todo tipo, incluyendo que no se tenía ningún antídoto para contrarrestar el virus, con el candidato presidencial opositor y su esposa afectados del virus por el Covid-19.

Guerra de encuestas, pero con la mayoría de las que no fueron compradas por el grupo en el poder, con una clara tendencia de que Luis Abinader y el PRM ganarían en primera vuelta, para no dejar en entre dicho su prestigio y el rigor profesional de esta herramienta de trabajo, que es verdaderamente útil y confiable, siempre que presenten sus resultados sin maquillaje.

Todo un panorama tétrico estaba en el telón de fondo de lo que tendría que enfrentar la nueva administración que saldría de las primeras elecciones en todo el mundo, después de la nueva situación sanitaria.

La corrupción y la impunidad que hemos tenido que soportar los dominicanos es tan grande, que hace un año sería impensable que viéramos lo que está ocurriendo en este momento, en relación a ese tema en el país.

Hace un año, comparando lo que teníamos, realmente tenemos un cambio en todo los órdenes y que, cuando entremos en el terreno de la normalidad, podremos ver que el presidente Abinader viene con la verdadera intención de dejar las bases para una mejor sociedad.

Son sólo 10 meses y los que tenían el país bajo control absoluto no perdonan ver cómo sus privilegios y todo lo que podían hacer para manipular el sistema de justicia ya no está de su parte, y que ese ejercicio del poder ya es cosa del pasado para ellos; y para los que se equivocan ahora, que sepan que tienen 8 ojos: los cuatro de adentro y los cuatro de afuera.

Una cosa importante que el partido de gobierno tiene que tener claro, es que sus opositores seguirán manipulando la información con falsos rumores, pudiendo distorsionar los precios aprovechando todo el potencial de las muchas cosas que pueden hacer desde los litorales económicos que controlan.

Por lo que el presidente del PRM y la Secretaria General deben convocar ahora más que nunca a su dirección y trazar una línea clara y precisa en relación a los temas de agenda del país, del partido y del gobierno que su partido encabeza, que la mejor manera de poder contentar a su militancia es dándole la cara y saber cómo poner a los que de alguna manera faltan por entrar en el tren gubernamental.

Otra cosa muy importante es poner en sintonía a todas sus autoridades, que muchos quieren ahora estar de graciosos en las redes y en programas de televisión diciendo que la culpa es de X o Y, funcionarios, senadores, diputados, alcaldes y regidores que de alguna forma están presionados, pero esa no es la mejor forma de ayudar a su partido la que están utilizando, la disciplina tiene que ser real y contundente para todos porque de nada sirve aplicarse de manera selectiva.

La realidad es que hace un año el país estaba atrapado por un grupo político que vendió todos sus ideales por prebendas, por todo el oropel de las mieles del poder y que la sociedad dominicana no le volverá a tolerar a ningún grupo político la afrenta con la que ese sector le pagó el apoyo a toda una sociedad.