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Revelan “Los Calamardos” realizaban cobros irregulares a bancas y máquinas por 30 millones de pesos mensuales

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Santo Domingo, RD.

Ramón Emilio Jiménez Collie (Mimilo) confesó que la estructura que realizaba los cobros irregulares a las bancas deportivas, de lotería y las máquinas tragamonedas en los colmados les generaba de entre 15 y 30 millones de pesos al mes.

“La estructura cobraba entre 15 y 30 millones de pesos al menos, eso era lo que Fernando Crisóstomo reportaba, lo reportaba de manera bruta, pero Fernando le metía 8,000.000 y hasta 9,000.000 millones en gastos de operaciones y lo otro me lo entregaba”, dijo el principal delator del caso Calamar.

Segun el interrogatorio del Ministerio Público, solo a Jiménez Collie le entregaban 17 millones de pesos “limpios”, al mes.

“En promedio me entregaban unos 17 millones de pesos limpios al mes”, dijo Jiménez Collie como parte del interrogatorio, al que Listín tuvo acceso.

Al ser cuestionado sobre en qué consistía el proyecto que le presentó al entonces ministro de Hacienda, Donald Guerrero, para la gestión de las bancas de lotería, deportivas y máquinas tragamonedas, dijo era ‘un proyecto para evitar todo el contubernio del espectro de las bancas que había en el país, que incluía a las bancas deportivas y de lotería, y los colmados, donde habia máquinas tragamonedas. Nosotros tratábamos de llevar eso lo más posible a la regularización y que se mejoraran las entradas por ese concepto en hacienda y en la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), para esos fines Fernando Crisóstomo elaboró un plan que incluyó contratación de camionetas y la participación de inspectores del Ministerio de Hacienda. Se quería que más adelante se hiciera una gestión de cobro con beneficio; ese, en principio, era el objetivo¨.

El dinero se lo entregaba Crisóstomo, en su oficina de la avenida Winston Churchill, y durante cuatro o cinco meses comenzó a entregarle a José Arturo Ureña,  que había sido contratado para que ayudara con el negocio.

Pero cuando Crisóstomo salió de la estructura, todo se desvaneció, porque él tenía los documentos vinculados al negocio. Luego, contactaron a Sergio Moya, a quien conoció en los años cuando también apostaba en juegos de azar, pero cuando él se encargó del negocio, bajó los gastos y a Mimilo le entregaba unos tres millones de pesos al mes.