POLÍTICA
Wellington Arnaud se queja de las encuestas “porque no aparece”

Aunque no aparece con frecuencia en los primeros lugares de las encuestas, el dirigente político Wellington Arnaud no parece inquietarse por eso. Su convicción, forjada en décadas de trabajo político a nivel nacional, es clara: el verdadero liderazgo no se mide por popularidad instantánea, sino por la capacidad de conectar de manera orgánica y sostenida con las bases partidarias.
Con una carrera de más de 25 años en la política dominicana y actualmente al frente del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA), Arnaud ha construido una figura sólida y respetada dentro del Partido Revolucionario Moderno (PRM). “Este es un proyecto presidencial que camina sin estridencias, pero con firmeza.
No vine aquí a improvisar ni a vender humo. Lo mío es la constancia y el compromiso con la gente”, expresó el dirigente al ser entrevistado por el periodista Pablo McKinney en su programa para Color Visión y TVQuisqueya en los Estados Unidos.
En todo el transcurso de la entrevista fue evidente que Arnaud conoce el país como pocos. No habla de territorio en abstracto, sino con precisión geográfica y social: menciona comunidades, caminos vecinales, alcaldes y dirigentes de base por sus nombres. Esa cercanía no es producto de una agenda institucional, dice, sino del recorrido político que inició mucho antes de asumir funciones públicas. “Desde muy joven he estado caminando con mis compañeros en los municipios, en las zonas rurales, en los barrios. Esa conexión humana y política no se improvisa.
Se construye con años de trabajo, escuchando, resolviendo, compartiendo”, explicó.
Frente a la actual coyuntura del PRM y la competencia por la candidatura presidencial de cara al 2028, Wellington Arnaud asegura estar enfocado, sin distracciones ni urgencias artificiales. “La convención es en 2027. No estamos en campaña electoral.
Estamos en tiempo de gobernar y de seguir demostrando que el PRM gobierna mejor. Pero también es cierto que hay que mantener el contacto, fortalecer el proyecto y no perder de vista que el relevo debe ser resultado del mérito, no del marketing”, advirtió.
Consultado sobre su ausencia en algunas encuestas de opinión, el exdiputado y expresidente de la Juventud Revolucionaria respondió con ironía y serenidad: “A veces ni siquiera me colocan en las encuestas. Eso no me preocupa. Sé que hay estrategias internas en juego. Algunos prefieren invisibilizar a quienes conocen bien el partido y tienen respaldo real. No hay problema.
La estrategia de hacerse el ‘niño para que lo carguen’ también funciona. Pero al final, los PRMistas saben quién ha estado con ellos, quién los escucha, y quién representa verdaderamente sus aspiraciones”, aseguró convencido.
En la entrevista con McKinney, Wellington Arnaud no rehuyó el debate al ser cuestionado sobre el alto costo de hacer
política en la República Dominicana, afirmando con franqueza: “Claro que es difícil hacer política sin fortuna. Pero más costoso aún es hacerla sin credibilidad. Yo he levantado un proyecto sin tener grandes recursos, pero con una riqueza invaluable: relaciones auténticas con los compañeros de partido en todo el país. Esa es mi fuerza”.
Hijo del destacado dirigente político Winston Arnaud, Wellington insistió en destacar que ha sabido construir una identidad propia. “Los liderazgos no se heredan. Se construyen. Y todas las posiciones que he alcanzado han sido después del fallecimiento de mi padre. Empecé desde abajo: comité de base, dirección de zona, presidente nacional de la juventud del PRD, diputado, organizador de campañas, y hoy, al frente de una de las instituciones más exigentes del Estado”.
Precisamente, su paso por INAPA ha sido una plataforma adicional para consolidar su prestigio como servidor público. “En cuatro años hemos colocado 1.7 kilómetros de tuberías diarios en todo el país. Y eso no es un dato de propaganda. Es el resultado de
una gestión transparente y eficiente. Es parte de mi visión: hacer política desde el trabajo, no desde el discurso”.
Ante la pregunta de si aspira a competir nuevamente por la candidatura presidencial, Arnaud responde sin ambigüedades: “Claro que sí. Este proyecto va. Y no está diseñado para las cámaras, sino para los compañeros que creen en un liderazgo auténtico, decente, que no le teme al trabajo ni a decir la verdad”.
Finalmente, reflexionó sobre el tipo de liderazgo que el país necesita: “No se trata de
figurar. Se trata de servir. Y cuando llegue el momento de las definiciones internas, el PRM tendrá que decidir si quiere un candidato de popularidad instantánea o un presidente con carácter, experiencia y capacidad para unir al partido y gobernar con firmeza”, concluyó.