INTERNACIONALES
El Papa Francisco bendice en el Vaticano a niños ucranianos refugiados en Italia
El Papa Francisco bendijo este 30 de marzo a un grupo de niños refugiados de Ucrania en Italia.
El afectuoso saludo se llevó a cabo en el Aula Pablo VI del Vaticano al finalizar la Audiencia General de este miércoles.
Previamente, el Santo Padre lanzó un nuevo llamado a la paz y condenó la guerra entre Rusia y Ucrania.null
“Reflexionemos también sobre esta monstruosidad de la guerra y renovemos nuestras oraciones para que se detenga esta crueldad salvaje que es la guerra”, pidió el Papa Francisco.
Además, en su saludo a los fieles de lengua italiana el Santo Padre saludó públicamente a este grupo de niños ucranianos presentes en la Audiencia General que son “acogidos por la Fundación ‘Aiutiamoli a vivere’, por la Asociación ‘Puer’ y por la Embajada de Ucrania ante la Santa Sede”.
El pasado viernes 25 de marzo, el Papa Francisco consagró al Inmaculado Corazón de la Virgen María a todo el mundo, en particular a Ucrania y Rusia, y pidió a todos los fieles del mundo unirse a esta solemne oración.
En numerosas ocasiones, el Santo Padre ha pedido detener la guerra que ha calificado como un acto sacrílego.
Al concluir el rezo del Ángelus del 20 de marzo, el Papa dijo que “lamentablemente, la violenta agresión contra Ucrania no cesa, una masacre sin sentido donde las atrocidades se repiten cada día” y advirtió que “de nuevo esta semana, los misiles y las bombas cayeron sobre civiles, ancianos, niños y madres embarazadas”.
“No hay justificación para ello. Pido a todos los actores de la comunidad internacional que se comprometan realmente a poner fin a esta guerra repugnante”, indicó entonces el Pontífice.
En esta línea, el Santo Padre advirtió que “¡Esto es inhumano!” y añadió que “también es un sacrilegio porque va en contra de la santidad de la vida humana, especialmente contra la vida humana indefensa, que debe ser respetada y protegida, no eliminada, y que ¡está por encima de cualquier estrategia! No lo olvidemos: ¡es cruel, inhumano y sacrílego!”.