RECUERDOS DEL VIEJO BAR… D’BOHEMIOS.-

La pandemia enlutó la peña brava, sepultando canciones y poemas, encadenó los besos y el abrazo, entre voces y cuerdas.

Las frases de algunos compañeros hablando del pasado, de sus hazañas llenas de heroísmo, de la guerra de abril y el patriotismo del dominicano.

Poco quedó de aquel entorno puro, ni las voces, ni el coro, ni el aplauso, ni el grito del cantor por los que sufren, ni los versos recientes del poeta y su canto.

El breve escape sin decir palabra por el humo prohibido del tabaco, el diálogo y la dama que se acerca, con timidez oculta entre los labios.

El bar se fue apagando como cirio en la noche, como las hojas secas que se lleva la brisa cuando el otoño pasa, desnudando la copa de los árboles. El tiempo fue culpable y nada más.

La antigua telaraña adornó las paredes, los cuadros, el cuatro, el eco de la clave y las maracas viejas, el brindis obligado que aturde la conciencia y las copas vacías, quedaron en las mesas.

La puerta se cerró tras el bolero, la trova dejó abiertas sus heridas, se perdió en los acordes del silencio y se fue sin decir adónde iba.

Allí, entre el mar y el espacio de las cosas sencillas, a flor de madrugada, cuando el alba aparece, se ve la frágil sombra del último bohemio que se aleja despacio, tarareando unos versos, con su guitarra en mano.-

FREDDY TERRERO ( TITIN)
15 ABRIL, 2022