NACIONALES
Lavado de dinero en RD oscila los US$ 1,300 y 3,100 millones de dólares
- 15 julio, 2022
El lavado de dinero y blanqueo de capitales es una amenaza creciente
En República Dominicana se estima que son lavados entre1,300 y 3,100 millones de dólares cada año, a pesar de que los bancos son una de las primeras líneas de defensas para contraatacar ese delito y el uso de tecnología innovadora una herramienta imprescindible para lograrlo.
Así lo consigna un informe sobre delitos financieros en América Latina y el Caribe, realizado por Fiserv Latinoamericana, líder mundial en tecnología financiera y procesamiento de medios de pago, que además señala que el blanqueo de capitales perjudica sectores públicos y privados, mercados financieros y economía por igual.null
Indica que por esa situación los bancos y entidades financieras dejaron atrás los métodos tradicionales, para adoptar mecanismos centrados en la tecnología de prevención, detección y denuncia de actividades delictivas en tiempo real.
El documento explica que las ventajas de la tecnología para el combate de los delitos financieros no están limitadas solo a la supervisión de las transacciones, sino que la centralización de datos múltiples de cuentas, empresas y organizaciones públicas permite rastrear las operaciones ilícitas desde sus orígenes.
Estas acciones, refiere el texto, facilita en intercambio de información con otras entidades bancarias o gobiernos para reducir el flujo de dinero lavado y detectar “clientes no deseados”.
Alerta categoría de delitos
Pero además, el informe señala que las soluciones más modernas despliegan mecanismos de análisis de cuentas bloqueadas y ‘baneadas’, que permite alerta por categoría de delitos, para que los bancos observen posibles crímenes y los días de más riesgos.
Fiserv busca contribuir a que los bancos sean más modernos y combatan la malversación de dinero con avanzada tecnología bancaria del mercado.
Según ha informado la Organización de Naciones Unidas (ONU), el lavado de dinero y blanqueo de capitales es una amenaza creciente y representa un derroche de hasta un 2.7 % del Producto Interno Bruto (PIB) mundial cada año.